En todos los hombres está presente la corrupción; solo es una cuestión de cantidades:
Carlo Alberto Pisano Dossi (1849-1910) Novelista italiano
Que nadie se llame a sorpresa si este martes la Suprema Corte de Justicia de la Nación toma una resolución que cimbraría al país, pero sobre todo al gobierno de la 4T: la declaración de nulidad, por inconstitucional, de la elección judicial del primero de junio, o más detalladamente, de sus resultados.
De acuerdo con especialistas en Derecho, la Corte, la actual Corte, tiene hasta el 31 de agosto todas las atribuciones constitucionales para tomar una decisión de esa envergadura.
La presidenta Norma Piña ha citado a sesión extraordinaria al pleno para este martes al mediodía, debido a que hay sin resolver recursos interpuestos contra el resultado de la elección judicial. La Corte pudo optar por dos vías: dejar sin resolver esos recursos y heredarlos a los ministros que tomarán posesión el primero de septiembre, los ministros de la 4T, o bien proceder a desahogarlos.
El principal argumento para sustentar la eventual anulación de dicha elección, es el uso burdo y descarado de “acordeones” para que los votantes pudieran cruzar los nombres de los candidatos “favoritos” de la 4T. Casualmente, ya se sabe, hubo una efectividad del cien por ciento en esa trampa, trampa que el INE se negó a considerar siquiera.
Llama la atención que pudiendo optar por heredar ese escabroso asunto a sus sucesores, lo cual hubiera sido lo políticamente correcto, Piña haya decidido darle salida. ¿Se atreverán los ministros a echar abajo la elección, a sabiendas de que ello constituiría una ofensa personal y de dimensiones inimaginables para Claudia Sheinbaum, y con los riesgos que ello conllevaría, hasta para su integridad física?
Elementos para hacerlo, hay. Veremos cómo se despiden los actuales ministros, si con dignidad o chutando el bote hacia adelante para no meterse en problemas.
X@jaimelopezmtz

